
Sympathy for Mr. Vengeance es la primera parte de la trilogía del coreano Chan-wook Park sobre el tema de la venganza. Una venganza extrema, dura, que va hasta las últimas, que inevitablemente termina en la muerte.
Un tipo que estudió filosofía y terminó haciendo películas.
Ahora, el tema de la venganza no es más que eso, un tema. Igual podría haber sido el amor o la alegría, la gracia es la (mmmhh) sublimación de ese sentimiento.
Sympathy for Mr. Vengeance es la historia de un joven sordomudo y de pelo verde. Un tipo noble, bueno, el hermano incondicional, que en sus esfuerzos por salvar a su hermana casi desahuciada, termina equivocándose una y dos veces, hasta que ya es imposible dar marcha atrás.
Sutilezas como pantallas en negro con la traducción de lo que el mudo expresa con gestos, son las que hacen del cine de este coreano un placer tan exquisito. A esto se suma una fotografía cuidada y una dirección bella, precisa y bien expresada.
Aunque carece del factor impacto-violento de Old Boy (la segunda película de la trilogía) y pese a lo duro en apariencia del tema, Sympathy for Mr. Vengeance deja una sensación de paz, de taza de leche un poco insólita.
Al final queda la duda, ¿el personaje de la novia de Ryu (el sordomudo adorable) me tomó el pelo toda la película o fue sólo idea mía?