sábado, abril 29, 2006

Canción favorita

A veces, cuando escucho ciertas canciones en particular, obligadamente pienso en determinadas personas.

No me refiero a la típica “mi amor esta es nuestra canción”. No. Me refiero más bien a canciones que las personas se las atribuyen por si solas y que, desde determinado momento para uno, pasan a ser “la canción de”.

Por ejemplo, a mi amiga Ivone le encantaba la canción “Wonderful” de Adam Ant, cuando estábamos en la universidad. Era tanto lo que rayaba que un día me dijo se había despertado con la canción en la cabeza y cuando encendió la radio la estaban tocando.

Lo mismo me pasa cuando escucho “Without You I’m Nothing” de Placebo. Estábamos en el concierto y la Paola me dice; “esta es como mi canción, me encanta. Es como tan depresiva, lenta…”

Entonces, automáticamente cuando escucho esas canciones, sé que le pertenecen a alguien.

En mi caso, no recuerdo haberme apropiado de ninguna ¿Me recordará alguien con alguna canción?

Viajar con el inconsiente

Hace unos años atrás, cuando estaba en la universidad, me sometí un tiempo a una terapia de hipnosis. Al principio no creía mucho, pero trate de ir con una actitud receptiva, de dejarme llevar.

Efectivamente el hipnotista, que no utilizaba un reloj pero sí un péndulo, lograba que me relajara, que los parpados se me pusieran muy pesados y que poco a poco lograra transportarme a la playa paradisíaca con la que todos soñamos.

Lo que más me gustaba era que cuando terminaba, me decía; bueno, ahora vas a estar alegre, feliz, nada te molesta, la vida es bella. Y me iba yo a clases, con una sonrisa de oreja a oreja, sin saber realmente por que me sentía tan contenta, pero muy satisfecha con mi felicidad hipnótica.

Una de las cosas que me dejo la hipnosis fue el uso del inconsciente. Según mi hipnotista uno puede, y muchas veces lo hace, conducir con el inconsciente. Me decía; te ha pasado alguna vez que nos sabes cómo llegaste a alguna parte, o que se te hizo corto el camino... Bueno, eso es por que venías manejando con el inconsciente.Según él, era incluso mucho más seguro.

Y si uno se pone a pensar o pone un poco de atención, es cierto. Cada vez que la mente vuela y pensamos en cualquier otra cosa menos en lo que estamos haciendo, estamos comunicándonos con nuestro inconsciente.

A veces, me programo para manejar con el inconsciente y lejos que los viajes se hacen mucho más cortos y entretenidos.Ayer, por ejemplo, mientras venía de Rancagua mi inconsciente me dictaba exactamente lo que escribo ahora; qué publicar en mi primer post en un Blog, mi blog. Y mientras Placebo sonaba, yo canturreaba de vez en cuando y pensaba si será o no cierto esto del inconsciente...

Lo que sí sé, es que mi hipnotista terminó siendo más bien un chanta. Pese a los casetes que me vendió (over- priced, of course) no logró quitarme ni un poquito la fobia a los aviones.

Bueno, al menos me enseño otra forma de viajar.

viernes, abril 28, 2006

Aun no estoy segura pero por el momento estoy dejando este Blog.
Me aburri de lo lento y dificil que es conectarse con Blogger.

He tenido mala suerte?

Por lo pronto, ya abri otro en http://miriamcuevas.blogspirit.com/

So far, (no tan) so good pero al menos es algo.