Se olvidan los usuarios y las contraseñas.
Se olvida que uno alguna vez tuvo un blog.
Se olvida que a uno le gustaba escribir o los motivos para hacerlo.
Se olvidan un montón de cosas; buenas, malas y más o menos.
Uf, pero hay otras cosas tan difíciles de olvidar. Y te da por mover el dedito y remover aunque sea un poco, como no queriendo la cosa, el pasado. Acordarse de una canción, de cierto libro, de una que otra foto perdida en una carpeta codificada... Y de repente te encuentras queriendo no ser la única recurriendo a este tipo de trampas. Que de todas las conexiones del planeta aquellos túneles se vuelvan a cruzar. Y si alguna vez creiste en la telepatía, en el poder del pensamiento o cualquiera de esas patrañas sea el momento que existan de nuevo y de verdad : SUFICIENTES CONJUNCIONES DE AMOR.
